Thomas Snyder es un estadounidense que ha entrado en el Libro Guinness de los Récords como el "solucionador de sudokus más rápido". El jugador cuenta en su haber con varios títulos honoríficos de campeón del mundo. Snyder sólo es superado por el japonés Kota Morinishi. Este último ha ganado el Campeonato del Mundo 4 veces: 2014, 2015, 2017 y 2018. Thomas no va a ceder: hasta ahora suma 3 victorias: 2007, 2008 y 2011. En 2023 se celebrará en Canadá el Campeonato Mundial de Sudoku, y Thomas Snyder ya está entre los participantes.
Si vas a conquistar el rompecabezas, te recomendamos que prestes atención a algunos sencillos consejos del campeón del mundo.
El sudoku no es entretenimiento, sino ciencia
Thomas Snyder no sólo es campeón del mundo, sino también empleado de la Universidad de Stanford. El área de interés del científico es el ADN y la "automatización de la ciencia". Al parecer, Thomas Snyder no sólo pasa tiempo en el laboratorio de investigación de biomecánica, sino que también realiza experimentos con su propio cuerpo.
A la hora de resolver sudokus, el estadounidense utiliza un método lógico (el mismo que emplea en el laboratorio de investigación). El campeón del mundo admite: "En el sudoku, se empieza de cero. Igual que en el laboratorio. Primero está el ímpetu por el objetivo final, pero no sabes cómo conseguirlo. Entonces, la cuestión de cómo progresar empieza a preocupar al cerebro". En ciencia, hay que hacer una serie de experimentos y/o reacciones químicas para llegar a un punto determinado. En el Sudoku, el principio es similar, pero hay que reunir números. Tanto en el primer caso como en el segundo, como admite el estadounidense, se le atrae durante mucho tiempo. Cuanto más se aprende, más cerca se está de alcanzar el ansiado objetivo.
El sudoku requiere constancia y metódica
El poseedor del récord de velocidad en la resolución del rompecabezas admite: hay que ser metódico y constante. El experto recomienda no concentrarse en una casilla, sino estudiar toda la cuadrícula, analizando la lista de posibles variantes. Este método permite ver aquellos números y valores en los que el jugador no se había fijado antes. Al escanear el campo, conviene preguntarse: "¿Dónde lo estoy haciendo bien y dónde me estoy quedando corto?".
Practicar todos los días
Tom Snyder admite que los campeonatos y los récords no se consiguen "porque sí". El estadounidense entrena su cerebro todos los días y resuelve sudokus. Al mismo tiempo, admite que hoy en día es más fácil. Si a principios de la década de 2000 tenía que comprar periódicos, revistas y números especiales, hoy basta con lanzar una aplicación móvil y jugar al Sudoku en línea.
Snyder tiene varias apps con distintos niveles de dificultad. El tres veces campeón del mundo admite que no empieza cada mañana con una taza de café, sino con un rompecabezas. Es más vigorizante que cualquier bebida y permite despertar el cerebro rápidamente.
Quizá éste sea el secreto de los campeones: simplemente "golpear el mismo objetivo" todos los días.
Calma en medio de tormentas y tempestades
Cualquier competición de sudokus (el propio campeonato del mundo) es sinónimo de emoción, temblores, emociones y palmas sudorosas. Thomas Snyder hace hincapié en que él lo sabe todo. Sólo los cyborgs pueden estar libres de preocupaciones, ansiedad y miedo.
Para mantener la calma, los competidores utilizan diferentes técnicas. Un estadounidense, por ejemplo, se recuerda a sí mismo que los rompecabezas no son su trabajo ni algo de lo que dependa su vida. Tratar los rompecabezas como un entretenimiento durante la competición es difícil, pero ayuda a Snyder a aliviar la tensión.
Si se siente "en un callejón sin salida", vale la pena distraerse. No tiene sentido torturarse y torturar al cerebro cuando se está en una situación de "cuadrado blanco".
Thomas Snyder subraya: al resolver rompecabezas, a menudo se tiene la sensación de que "el cerebro se mueve". Por supuesto, no siempre es así. Cuando un jugador ve tareas sencillas, las "chasquea" rápidamente (y a menudo sin bucear en la esencia). Los "engranajes" empiezan a funcionar cuando el cerebro ve tareas complejas.
El estadounidense lo admite: los campeones no nacen. Para ganar torneos regionales, nacionales e internacionales, hace falta mucha práctica. No pienses que los ganadores de las competiciones están dotados de algún tipo de superdestreza o supercerebro. El secreto de cualquier habilidad es la metódica, la práctica y la inmersión en la tarea.